Infracciones y sanciones (con motivo de la reducción de las multas del pico y placa, y la zona azul)

El pasado viernes 30 de mayo, el Concejo Metropolitano aprobó las reformas normativas necesarias para reducir las multas de la zona azul, y del pico y placa, y a pesar de tratarse de una decisión gratamente recibida por la mayor parte de la ciudadanía, no se ha salvado de críticas y cuestionamientos.
Este pequeño texto busca explicar en que consisten las reformas, esbozar las razones que las motivaron, y analizar los principales dos cuestionamientos que ha tenido esta decisión.

Quito, una ciudad perseguidora y sancionadora:
El Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, como todos los gobiernos autónomos descentralizados del país, goza de autonomía política, administrativa y financiera. La primera se expresa, sobre todo, en la facultad normativa; la segunda, en la capacidad de gestión; y, la última, en la posibilidad de decidir sobre los recursos que le corresponden del Estado central y generar ingresos propios. Así, en ejercicio de sus atribuciones, y siempre con los límites de la Constitución y la ley, el Municipio de Quito bien puede mediante su propia normativa regular multas e impuestos.
Sin embargo, a mi parecer, a las administraciones pasadas se les fue la mano en esta regulación. En el tema impositivo, Quito es la ciudad con las patentes y los prediales más altos; y en el tema multas, así como dato, el Municipio tiene compilados 3 tomos de infracciones administrativas.
Que haya sido necesario hacer un compilado de infracciones ya era una mala señal, pero que hayan salido 3 tomos es aterrador. En Quito hay multas por todo y algunas son por demás desproporcionadas. Así, por ejemplo, si usted, amable lector, decide disfrutar del calor de unas copas en la vía pública y algún metropolitano le pilla, le puede multar con hasta 3 salarios básicos ($1020). Y ni se le ocurra construir su mediagüita sin permisos o no renovar su licencia de actividades económicas porque queda quebrado.
El problema se agrava si al compedio de multas le sumamos una administración con una mentalidad perseguidora y sancionadora que piensa que se crea cultura ciudadana mediante la sanción.

La reducción de las multas del pico y placa, y la zona azul:
En el caso del pico y placa la sanción por contravenir la medida se reduce en un 50% y a más de ello se elimina la retención del vehículo. Así, si te olvidas que tenías pico y placa ya no tienes que pagar la tercera parte de un salario básico, sino el 15% ($51), y tampoco tendrás que esperar hasta el siguiente día para retirar tu vehículo pues el pago de la multa te permite retirarlo inmediatamente. El 25% de un salario para los reincidentes (antes 50%), y medio salario básico a los mushpas que les cojan por tercera vez circulando con pico y placa (antes 1 salario).
En el caso de la zona azul la multa por excederte en el tiempo de uso permitido baja del 10% de un salario básico, al 5% de un salario básico ($17), pero -y ésto es lo más bonito- ya no habrá ni candado ni retiro del vehículo. El infractor tendrá 30 días para pagar la multa, caso contrario pagará el 8% de un salario junto con su matrícula.

Los argumentos de quienes critican la reducción de multas:
1) Bajar la multa hace que la gente infrinja más:
Tan falso como decir que subir la multa hace que la gente infrinja menos (porfa alguien que le diga esto a nuestros legisladores). Y les dejo el mejor ejemplo: en Ecuador -tan creativos como somos- vas preso por pisar mucho el acelerador. Esa reforma logró por un tiempo que los conductores respeten los límites de velocidad, pero en realidad no fue el miedo a la sanción lo que hizo que la gente deje de conducir sobre los límites de velocidad, sino el miedo a los controles. Hoy, ya algún tiempo después, la norma sigue ahí, pero los controles ya no, y en consecuencia la gente ha vuelto a manejar a la velocidad que sus habilidades le permitan.
En otras palabras: la gravedad de la sanción es la preocupación menor al momento de infringir, porque la verdadera angustia del infractor es la posibilidad de que lo atrapen.

2) Si bajan la multa la ciudad va a tener menos recursos:
Esto es realtivamente cierto. Por un lado, evidentemente si existirá una reducción en la recaudación de multas*; por otro lado, ningún presupuesto puede basarse en el cobro de multas para financiarse, porque el día de mañana (ojalá) la gente se va a levantar, va a entender que la vida en sociedad exige que todos hagamos nuestra parte, va a dejar de cometer infracciones, y en consecuencia va a dejar de pagar multas. Tanto es así ésto, que el objetivo de la multa no es recaudar, sino disuadir al ciudadano del cometimiento de la infracción; por lo mismo, lo ideal no es cobrar más multas, sino cobrar cada vez menos en virtud de que la gente ya no comete la infracción.

Una ciudad que deje de poner a las multas como ingresos en el presupuesto depende de nosotros.

 

*Se estima que la afectación al presupuesto por la reducción de la multa de zona azul será de -0.052% en los ingresos del Municipio, y que la afectación por la reducción de la multa del pico y placa será de -0.63% en los ingresos de la EPMMOP.